Mama me dijo una vez que no me importara lo que la gente dijera, que ser diferente no es sinonimo de ser inferior.
Aun recuerdo como me abrazaba cuando llegaba del cole llorando, aun lo recuerdo.
Siempre me decia que en mí veía los ojos de una niña especial, que es algo muy distinto a ser inferior a los demas, ella siempre contaba cada una de las partes de mi cuerpo, dos ojos, una nariz, una boca, dos brazos con sus dos manos, dos piernas, dos pies..., nada, sonreía, eres igual a todos los demas, pero no se porque no llege a sentirme asi, solo llegaba a sentirme inferior, o mejor dicho, ninguno de ellos me dieron la oportunidad de sentirme igual, solo mi madre.
El dia en el cual me tiraron barro a la cara, y luego comenzaron a echarmelo por todo el cuerpo ,mientras que recibia patadas e insultos, mama vino a clase para traerme una muda, y no la importo que manchara su blusa blanca de barro, y de lágrimas ya muy quemadas, no la importo. Mama se limito a abrazarme, aun con la mirada de cientos ojos crueles, que reian, y algunos incluso murmuraban mas insultos, ella les sonrio mientras me cogia para llevarme al baño. Me limpio la cara, aunque no fue tan facil cuando intento eliminar el barro de mis ojos. Ella seguia sonriendo, y en mi interior albergaban tal numeros de sentimientos que volvi a llorar sin poder decir gracias, o un simple te quiero...
Esta niña ha podido ser cualquiera de nosotros, ponla tu nombres y apellidos, puedes a ver sido ella o esos cientos de ojos, esta niña no es tan pequeña, es una adolescente, y esto ocurre todos los días en este mundo... por desgracia.
El simple echo de ser diferente no quiere decir ser inferior o incluso peor. Vosotros os reis de ellos porque son distintos, ahora bien, ellos se rien de vosotros porque sois todos iguales.
-Mama, quiero irme lejos.
-¿Cuanto de lejos?
-A un mar de esos ojos.