- En este texto voy a analizar las comunidades de práctica principales, así como las relaciones, elementos, funciones y actividades que se producen en esa comunidad/es, en función de la lectura de Aliagas, de la película "Esto es ritmo" y de mi vivencia personal:
Una
comunidad de práctica es un grupo de personas que se reúnen con el
objetivo de compartir ideas, adquirir nuevo conocimiento y compartir
entre ellos sus dudas, sus intereses, donde colaboran a través de la
participación y el contacto de unos con otros.
Las
principales comunidades de práctica que observo en la lectura de
Aliagas son varias, entre ellas destaco:
La
primera, las prácticas que realiza Arnau en el ámbito académico,
que son las prácticas lectoras dominantes y, la segunda, son
prácticas que lleva a cabo en su vida cotidiana, que no tienen
relación, o no tanta como las primeras con el ámbito educativo, que
son las prácticas lectoras vernáculas.
Las
primeras prácticas son de carácter formal ya que, como describe
Trilla, tiene una intencionalidad educativa, de enseñar a partir de
las lecturas que se proponen en las escuelas, tiene una
sistematicidad de la práctica y, además, estas prácticas lectoras
se producen en una institución, en este caso el instituto. Son
propuestas por los equipos docentes porque consideran que son
apropiadas para los grupos de edad para los que se proponen y, que
van a ayudar en la formación del estudiante.
Las
segundas prácticas de las que hablamos no son de carácter formal,
según la clasificación de Trilla, sino que sería una práctica
informal o no formal, ya que en algunas ocasiones si tiene una
intención claramente educativa de enseñar (aunque no se encuentre
directamente relacionado con la enseñanza que se produce en las
escuelas) pero, otras veces no. Además las prácticas tienen una
menor sistematicidad que las formales y no se producen en ninguna
institución (por lo cual estás prácticas no constituyen ningún
título de formación).
En mi
opinión, las prácticas lectoras dominantes que son formales e
obligatorias para todos los alumnos matriculados en la escuela, el
instituto o la universidad, son prácticas que nos obligan a
interesarnos por temas que no nos produce ningún tipo de motivación.
Es decir, hay una serie de prácticas obligatorias que son necesarias
leer para poder aprobar el curso y obtener el título pero, para los
alumnos muchas de ellas no tienen relevancia, ni importancia y, solo
cortan sus alas a la hora de leer y de sumergirse en el fascinante
mundo de la lectura.
Si a
un alumno de cuarto de la ESO le obligas a leerse un libro como, por
ejemplo, Cien años de soledad, que no es apropiada para un
niño de quince años, entonces lo único que vamos a lograr es una
falta de interés no solo hacia el libro de referencia que hay que
leer en clase sino también una desmotivación por la lectura en
general. Por ello, los alumnos no llevarán a cabo esas prácticas
lectoras dominantes, ya que los temas y los libros escogidos muchas
veces no son indicados para los alumnos (porque tenemos que tener en
cuenta el nivel de síntesis, la complejidad con la que está
escrito el libro y, la forma de expresión del autor) porque no les
suscita interés o porque simplemente no los entienden. Debido a este
desinterés por las prácticas obligatorias tampoco llevarán a cabo
las prácticas lectoras vernáculas porque no han desarrollado ni la
motivación ni el gusto de leer al no haber iniciado por sí mismo la
búsqueda de aquellos temas que más le llaman la atención en la
literatura.
En mi
propio caso puedo decir que en el colegio mandaron una gran cantidad
de libros que ni si quiera recuerdo porque únicamente los leí por
obligación pero, sobre los ocho años comencé a buscar por mi
propia cuenta libros adecuados a mi edad que me llamaran la atención,
así fue mi comienzo en las prácticas lectoras con Kika
superbruja, Harry Potter, Las Crónicas de la
Torre....hasta llegar a hoy en día donde puede leer libros desde
Lolita o Crimen y castigo o la trilogía de los
Juegos del hambre.
Recuerdo
que en primero de la ESO cuando tenía doce años nos pusieron como
lectura obligatoria El señor de las moscas, lo único que
recuerdo del libro es que fueron las vacaciones de Navidad más
largas y aburridas de la historia.
Con
esto quiero llegar a la importancia de la lectura, a darle más
protagonismo en el ámbito educativo y a tener en cuenta la edad y
los gustos de los alumnos, pensando en sus intereses y en lo que
puede animarles para llevar a cabo más prácticas lectoras o en el
ámbito educativo o fuera de él. Para ello, los profesores podrían
dar a elegir diferentes libros con diversas temáticas para que
fueran los alumnos los que decidieran cual van a leer en función de
sus propios intereses.
Desde
mi punto de vista no solo podemos dividir las prácticas lectoras en
el ámbito formal e informal sino que, tenemos toda una diversidad de
prácticas lectoras que se encuentran en el ámbito informal o en el
ámbito las prácticas lectoras vernáculas. Entre estas destacaría:
- Las prácticas lectoras que podemos llevar a cabo por internet (como también se refleja en la lectura de Aliagas), donde las personas podemos leer correos y contestarlos, además lo realizamos de forma casi automática, como podemos ver en las nuevas generaciones.
También con el uso de los SMS y de los chat por internet, es decir,
de las conversaciones que tenemos que otras personas, ya sea en un
foro de lectura, en un foro de vídeo-juegos o las conversaciones que
tenemos por Whatsapp.
- Otra sería la lectura que llevamos a cabo cuando, por ejemplo, leemos un cómic o creamos uno. Ahora se ha extendido los cómics Manga más allá de su país de origen y es una típica práctica lectora que se lleva a cabo en una gran parte de los jóvenes.
También la lectura de las instrucciones de los video-juegos para
obtener la información de cómo jugar. Por ejemplo, doy clases a una
chica que se pasa la mayor parte del tiempo leyendo este tipo de
instrucciones para conseguir trucos necesarios que emplear en la
partida y ganar más puntos en el vídeo-juego.
- Podemos encontrar una lectura de carácter más personal, como puede ser leer letras de canciones de amor, leer y escribir un diario (como el propio Arnau hace para poder expresar los sentimientos a su novia), leer poesías escritas en internet...Todo ellos son prácticas lectoras donde cada persona deja ver lo más profundo de cada una de ellas.
- La lectura de los medios de comunicación, el periódico tanto en papel como por internet, el mundo deportivo (como Aliagas refleja que Arnau realiza) y que también son prácticas lectoras porque leemos, aprendemos y, además, extraemos información que puede ser relevante para nosotros.
- Por último quiero destacar una práctica lectora que se llevaría a cabo en los adultos como puede ser, leer una factura, rellenar un formulario, hacer la declaración de la rente, leer la carta que traen tus hijos del instituto....
Todas
estas son prácticas lectoras que se llevan a cabo en un contexto más
informal pero, en mi opinión, también puede establecerse en un
contexto no-formal, ya que en muchas ocasiones hay intencionalidad y
sistematicidad, lo único que faltaría sería la institucionalidad
para poder considerarse una práctica lectora de carácter formal.
Las
prácticas lectoras dominantes tienen como objetivo plantear una
serie de lecturas que tienen que ser leídas por el alumno con el
fin de saber cuáles son sus capacidades lectoras como, por ejemplo,
la comprensión lectora que es evaluada a través de un examen. Así
podemos saber si el alumno comprende lo que lee y sabe que significa
todo lo que lee. O, a partir de estas prácticas lectoras
obligatorias, ver si el alumno mejora en el uso del lenguaje y su
ortografía.
Mientras
que, por el contrario, las prácticas lectoras vernáculas no tienen
como objetivo evaluar la compresión del texto o de la lectura a
través de un examen sino, que su objetivo es llegar a la persona,
llamar la atención de los lectores desde una forma cívica o social,
como puede ser mandar mensajes a un amigo y leer su respuesta, o leer
el periódico diario... Un fin de entretenimiento y de diversión por
parte de los textos o de estas prácticas lectoras vernáculas que,
en mi opinión, no sería el único fin porque también tienen un fin
didáctico en muchos casos, como leer el periódico, instrucciones,
facturas...
Por
otra parte, podemos decir que las actividades que se producen en el
ámbito formal, en este caso en el ámbito educativo, suelen ser
actividades obligatorias, en las que el alumno no puede plantearse no
realizar la práctica porque eso supone un suspenso en la asignatura.
Por lo que, los alumnos quieran o no, les interese o no, tienen que
realizar la tarea y, entonces, es cuando se produce una desmotivación
hacia la actividad y una desmotivación hacia la lectura en general.
Ahora
bien, desde el ámbito no formal-informal, no hay una obligación de
leer acerca de un tema determinado u aprender una serie de contenidos
pautados sino que, puede leer todo lo que quieras sin restricciones,
sin exámenes y sin evaluaciones. Puedes sumergirte en el mundo de
Harry Potter o en el mundo del Lazarillo de Tormes,
puedes ser quien quieras ser, leer lo que quieras leer sin que nadie
te obligue o te marque las lecturas que tienes que llevar a cabo.
Este
último punto es muy importante porque a través de nuestras primeras
prácticas lectoras, que son las que se producen en el ámbito
educativo, determinamos nuestra identidad lectora, es decir, lo que
nos gusta leer, los temas que nos interesan, los que nos llaman la
atención. Por ejemplo, en mi caso mi identidad lectora sería una
identidad de imaginación y misterio, que son los temas que más me
gustan y me hacen disfrutar al leer. El problema, como ya he dicho,
se produce cuando en nuestras primeras prácticas nos obligan a leer
libros fuera de nuestro alcance por edad (ya que son libros o textos
para edades superiores) o por la temática que tampoco es acorde a la
edad y, lo que produce es un desinterés por la lectura en general
debido a la sensación de desagrado, de cansancio y de desmotivación
que hemos sentido al leer libros o textos de forma obligatoria y no
decidido por el propio individuo.
Por
eso, yo crearía un modelo en el cual los profesores propusieran
varios libros, en función de la edad de los alumnos, y además
libros de diferentes temáticas para que sea el niño o el adulto el
que decida dentro de esa “obligación” de leer lo que quiere leer
para que la lectura sea una práctica lectora dominante o vernácula
sea una actividad de carácter positiva y que motive a las personas a
crear su identidad lectora que, en mi opinión, también ayuda a
crear su identidad personal.
Motivación
También,
me gustaría destacar los aspectos en la motivación en este tipo de
prácticas que podemos leer en el texto de Arnau. La motivación es
la energía que nos impulsa a alcanzar nuestros objetivos porque
deseamos realizarlo. A su vez, la motivación se divide en intrínseca
y extrínseca. En la primera la energía surge desde el interior de
individuo porque recibe placer al realizar la tarea, mientras que en
la segunda la energía surge de una recompensa externa que le motiva
a alcanzar el objetivo. Bien es cierto que la mayoría de las
personas utilizamos las dos formas de motivación a la hora de
realizar nuestras tareas pero, en mi opinión, en las prácticas
lectoras hay una división entre estas.
En las
prácticas lectoras dominantes tenemos una motivación externa que
sería la de leer el libro para poder aprobar la asignatura y pasar
de curso (no tiene por qué ocurrir siempre pero, es lo que sucede
más a menudo). Y, en las prácticas lectoras vernáculas la
motivación sería más intrínseca ya que es la propia persona la
que decide el libro o el texto que quiere leer y lo hace porque le
gusta, porque se siente a gusto al realizarlo sin esperar nada a
cambio por ello.
Así,
en mi opinión deberíamos hacer que ambas prácticas tuvieran más
una motivación intrínseca: leer porque me gusta, porque me relaja,
me hace sentir bien...en vez de leer por obligación, por aprobar,
por sacar buena nota en el examen, para pasar de curso...(aunque esto
no quiere decir que la motivación extrínseca sea mala, para nada,
ya que la mayor parte de nuestra motivación en muchos casos es de
este tipo y obtenemos resultados muy positivos con ella). Esto lo
podríamos conseguir, por ejemplo, dejando que fueran los propios
alumnos lo que decidieran que libros van a leer en clase o durante el
curso.
Un
ejemplo de comunidad de práctica que se puede encontrar dentro de
las prácticas lectoras sería la pertenencia a un club de lectura.
Como experiencia propia tengo que decir que desde que pertenezco a un
club de lectura he leído los libros desde diferentes perspectivas,
sufriendo con los personajes, pensando como ellos y absorbiendo todos
los conocimientos y lo positivo de ellos para crecer como persona.
Estar en el club te permite conocer mejor los libros porque cuando
hay más gente que lo lee y da su opinión observas facetas del libro
o de los personajes que no te has dado cuenta de que existían y te
ayudan a comprender mejor el libro. El club de lectura al que asisto
es el Club de Lectura de Parla Este.
http://clubdelecturaparlaeste.blogspot.com.es/
Otras
comunidades de prácticas para mi muy importantes son el baile y el
teatro, que una gran parte de la población las llevan a cabo como
prácticas extraescolares pero que hacen que las personas puedan
expresarse y mostrarse tal y como son, realizando movimientos en el
baile o personajes en el teatro.
Estas
prácticas serían informales ya que no tienen una intención
educativa, de enseñar, aunque en mi opinión si nos enseñan aunque
no el mismo conocimiento que en la escuela pero si a conocernos más,
a movernos, a respirar, a tener ritmo.... Además son prácticas que
suelen darse de forma independiente en las instituciones educativas
ya que no hay ninguna asignatura de teatro a baile pero, son una de
las actividades extraescolares más elegidas por los alumnos. Son
prácticas informales debido a que se encuentran fuera del ámbito
educativo y no están institucionalizadas en la mayoría de los casos
pero influyen de una forma positiva en el ámbito educativo porque,
por ejemplo en mi caso, sacaba mejores notas cuando iba a teatro
porque es una actividad que puede motivar a las personas a rendir
mejor en clase y a dar lo mejor de ellos mismos.
En mi
opinión el baile y el teatro son dos fuentes de liberación donde
las personas se expresan y se muestran tal y como son, y se dejan
llevar sin miedo a lo que los demás puedan decir de ellos. Yo
utilizo el baile y el teatro como una forma de expresión que me
ayuda a expresar lo que conozco y sé acerca del mundo y me ayuda a
aprender más sobre la realidad de mi alrededor y sobre mi misma. Me
ayuda a aprender y a comprender mejor el mundo y a entenderme mejor,
también me ayudo a ser capaz de hablar sin miedo y expresarme tal y
como siento las cosas.
Son
prácticas que se llevan a cabo en comunidades porque a partir de
ellas se crean lazos y vínculos de unión debido a que se dan cuenta
de la fuerza y del poder del grupo, la necesidad de estar
coordinados, en los pasos en el baile, y en el texto y las escenas en
el teatro. La importancia de los otros en la formación de nuestra
identidad y, como es necesario trabajar en equipo si queremos
realizar las actividades de una forma más positiva y más
fructífera.
También
estas comunidades de prácticas nos permiten desarrollar nuestras
identidades, nos ayudan a saber cómo somos y cómo no queremos ser y
a crecer como personas. Además, para mí un aspecto importante de
las comunidades de práctica es que las personas son capaces de
interactuar entre sí intercambiando información para ser capaces de
cumplir su objetivo, ya sea en el ámbito de la lectura o en el baile
y el teatro.
También
podemos encontrar comunidades de prácticas como grupos políticos,
donde intercambian información sobre sus conocimientos acerca de
política, economía, o sobre qué medidas se pueden llevar a cabo
para mejorar el mundo. Comunidades religiosas que se agrupan para
compartir información acerca de la biblia o sobre Dios. Comunidades
de actividades socio-culturales, donde se agrupan diversos grupos de
personas con el objetivo de realizar pruebas y juegos para el tiempo
libre. O comunidades de práctica en el arte, más allá de la
lectura, como es comunidades de fotografía, de moda, de pintura, de
maquillaje....
Hay
una gran cantidad de comunidades de prácticas y, todas ella tienen
objetivos en común aunque las actividades que se realizan sean
diferentes. Estos objetivos son: el intercambios de información
entre los miembros del grupo, aprender los unos de los otros, así
aprender a llevar a cabo trabajo en equipo y a crear o a establecer
la identidad de la persona que participa en estas comunidades de
práctica.
- Ahora voy a analizar los cambios más importantes que se producen por participar en esa práctica tanto desde el punto de vista del miembro que inicia su participación, como desde el desarrollo de la práctica en sí (y la comunidad).
- Y veremos cuales es la posibilidad de cambio que tiene el participante sujeto de análisis en el resto de sus ámbitos a partir de la participación en esa nueva práctica, y qué posibilidades crees que tiene de cambiar la comunidad dónde se ha integrado de manera intencional.
Uno de
los cambios más importantes que podemos observar, en mi primer
ejemplo sobre la lectura, es la evolución de la identidad lectora
de cada uno de las personas. Tenemos un desarrollo ontogenético que
comienza en nuestro nacimiento y termina cuando fallecemos, yo pienso
que también debería haber un desarrollo “lectugenético”, es
decir, como nos desarrollamos a lo largo de nuestra vida lectora y
como creamos y vamos cambiando, con el paso de la edad, nuestra
identidad lectora que a menudo ayuda a contribuir en el desarrollo de
nuestra identidad personal.
Pienso
que hay un desarrollo ontogenético en las prácticas lectoras ya que
no tiene la misma identidad un niño que lee su primer libro, La
abuelita aventurera, a los seis años que, el mismo niño, con
sesenta años que lee El lobo estepario, su identidad lectora
se ha ido creando y forjando en función de las diferentes etapas de
su vida y, los gustos que han predominado en estas, así las
identidades van enriqueciéndose y construyéndose durante toda la
vida.
Es
importante observar cómo se produce este cambio a lo largo del
tiempo en las personas. Por ejemplo, yo empecé leyendo libros
pequeños, sin mucha complejidad ni temática ya que los libros solo
tenían unas diez páginas pero, conforme he ido creciendo (y he ido
aprendiendo nuevas reglas gramaticales y adquiriendo nuevos
conocimientos léxico-semánticos-sintácticos) ha crecido conmigo mi
identidad lectora.
Pasé
por libros cortitos que leí hasta que cogí fluidez verbal y, más
tarde, a una edad de unos ocho-nueve años, comencé a leer Harry
Potter, Kika superbruja, Las crónicas de Narnia,
El señor de los Anillos, Crepúsculo, Los
juegos del hambre hasta llegar a mi última etapa donde leo
diferentes libros como Mil soles espléndidos, El señor de
las moscas, Lolita, Brooklyn Folies, Nada o
Crónicas de un mundo oscuro (todo ello incentivado por
pertenecer a una comunidad de práctica como es un Club de Lectura en
Parla).
Como
se puede observar hay un gran salto entre los primeros libros que
comencé a leer y estos últimos con los que más me identifico hoy
en día pero con eso no quiere decir que se haya producido un cambio
radical y que ya no quede nada de la niña que leía entusiasmada
los libros de fantasía sino que mi identidad lectora se ha ido
construyendo y consolidando y he encontrado otros géneros y otra
prosa en los libros en los que también encuentro encanto y me hacen
dejar volar la imaginación hasta un mundo misterioso y sin fin.
Otro
cambio que tenemos que tener en cuenta es que, a través de las
prácticas lectoras, podemos adquirir nuevo vocabulario con el que
expresarnos, podemos enriquecer nuestro léxico y, además, expandir
nuestros conocimientos más allá de las palabras y de los
significados que aprendemos en la escuela.
También
adquirimos una mayor comprensión (que no solo es lectora) y somos
capaces de entender mejor no solo las discursos escritos sino
entender también los discursos orales y, con ello tener una mayor
capacidad de expresión de nuestras ideas, sentimientos o
pensamientos. Es necesario entender lo que lees y lo que escuchas y,
por medio de la lectura somos capaces de desarrollar de forma
adecuada estas características.
Por
ejemplo, hay muchos niños que saben leer pero, por el contrario, no
son capaces de entender lo que leen. Por eso, hay que enseñarles y
educarles para que cada vez que lean se expongan a cada frase o
incluso a cada palabra para que, poco a poco y con la práctica, sean
capaces de entender todo lo que se dice en un fragmento de un texto,
en un libro o en una explicación de un profesor en clase. Así,
poco a poco no solo somos capaces de leer sino que, somos capaces de
comprender todo lo que leemos y poder enfrentarnos a lo que se dice
en el texto o un amigo nuestro cuando nos da un discurso.
El
desarrollo de las prácticas lectoras produce un aumento en la
imaginación de las personas que leen libros. Los libros son los
templos de la imaginación, solo hace falta leer un pequeño
fragmento para darnos cuenta de que, en función de nuestra
personalidad y de nuestras ideas previas, cada persona imagina la
trama, los paisajes y los personajes de una forma totalmente
distintas. Sin duda, las prácticas lectoras mejoran nuestra
imaginación y, nos hacen crear nuestros propios protagonistas y
escenarios.
Esto
es una ventaja con respecto al cine donde, el libro se convierte en
película y los personajes y el ambiente ya viene determinado por el
director que marca pautas de cómo debe de ser y, no deje espacio
para la imaginación por eso, las personas que leen libros que se
convierten más tardes en películas, afirman que el libro está
mucho mejor que la película porque, ellos se lo habían imaginado de
otra forma.
Leer
nos lleva a crear y a comprender el arte, aumenta nuestra
sensibilidad no solo en cuanto a la lectura sino, también en la
pintura, en la música, en la fotografía... Las prácticas lectoras
nos llevan a un mundo lleno de arte y nos deja enriquecernos de este
y mejorar nuestra sensibilidad para poder apreciar todo lo que nos
rodea. La lectura nos enseña que hay una gran cantidad de personajes
y que cada uno de ellos piensa de forma distinta lo que nos permite
ser más empáticos y comprender mejor a las personas que nos rodean.
Además,
las prácticas lectoras nos ayudan a interaccionar mejor con el resto
de las personas porque, podemos encontrar a otros que tengan gustos
lectores parecidos a los nuestros y que nos aconsejen y nos hagan
leer otros libros y, así aumentar nuestro repertorio. Se pueden
crear, por ejemplo, clubs de lectura donde, las personas pueden
quedar una vez al mes y comentar los aspectos que más les ha gustado
y más les ha llamado la atención del libro y ponerlo en común con
los demás.
Me he
centrado sobre todo en las prácticas lectoras vernáculas donde, se
refleja sobre todo el contexto informal porque, pienso que es en este
área donde verdaderamente aparece la identidad lectora de los
sujetos ya que, pueden leer lo que ellos quieren, lo que
verdaderamente les interese y es su propia motivación intrínseca y
su afición por la lectura lo que les da energía para leerse otro
libro y para abrir las puertas de la imaginación. Mientras que, en
mi opinión, en las prácticas lectoras dominantes que se llevan a
cabo en las escuelas no hay una creación de la identidad lectora ya
que, en ningún momento es el alumno el que por sí mismo decide el
libro ya que le parece interesante sino que se lo lee porque sabe que
es necesario para aprobar y, muchas veces ni si quiera lo leemos
llevando a cabo nuestra capacidad comprensiva e imaginativa
característica de las prácticas no formales o informales.
También
es muy importante reconocer la riqueza cultural que tienen las
personas que llevan a cabo tanto las prácticas lectoras dominantes
como las vernáculas porque, al poder ser capaces de leer y
comprender van a poder, por ejemplo, leer una factura o un carta del
banco y saber lo que ocurre, lo que tienen que firman, donde tienen
que ir... Es decir, nos permite tener un conocimiento de nuestra vida
real, de las cosas que realizamos cotidianamente, desde la lista de
la compra o la venta de un piso.
La
sociedad en la que vivimos nos prefiere ignorantes porque es una
forma rápida y directa de manipular a la gente y que al final hagan
con nosotros lo que quieran pero eso se ha acabado porque, gracias a
las prácticas lectoras y a la cantidad de libros, ensayos, textos,
artículos a los que podemos acceder podemos conocer la realidad tal
y como es. Así, nos convertimos en un pueblo culto que no puede ser
manipulado tan fácilmente.
La
lectura nos permite comprender mejor no solo nuestra propia cultura
sino sensibilizarnos con la realidad de otras culturas y conocer la
vida de esas personas, por ejemplo, en el libro de Mil soles
espléndidos nos acercan a la cultura musulmana de la mano de dos
protagonistas que tienen que sufrir en Kabul las palizas y el
maltrato psicológico de su marido y las humillaciones constantes de
un país que odia a las mujeres. Esto nos hace conocer la realidad
más allá de las cuatro paredes en las que vivimos y ponernos en el
lugar de, en este caso, estas mujeres, sufrir con ellas y entender un
poco mejor lo que pase en el mundo.
Por
ello, es muy importante llevar a cabo las prácticas lectoras ya que,
una persona es capaz de cambiar y desarrollarse en su vida
estudiantil y en su vida personal gracias a este tipo de prácticas.
Como en el caso de Arnau el cual quiere ser periodista deportivo y,
eso viene incentivado por llevar a cabo prácticas lectoras
vernáculas donde Arnau cada día lee el periódico y luego, más
tarde se lo cuenta a su madre, la cual no es capaz de leer por ella
solo debido a una enfermedad.
Las
prácticas lectoras no solo nos mejoran como persona ya que ayudan a
la formación de nuestra identidad lectora y, por lo tanto, está
presente en la formación de nuestra personalidad sino que, además
puede hacernos mejorar en otros ámbitos, como el educativo.
Hay
una gran cantidad de niños que son buenos estudiantes y eso viene
incentivado por su preferencia hacia la lectura que produce una
mejora en los estudios y en la motivación para afrontar los estudios
y la superación de los exámenes. Esto está muy relacionado con la
comprensión ya que, las personas que llevan a cabo prácticas
lectoras tienen una mejor comprensión que aquellas que no la llevan
a cabo y, como ya sabemos, el aprendizaje debe de ser comprensivo y
significativo para que sea relevante para las personas. Además,
cuantas más personas lean mayor será la riqueza cultural y la
diversidad de opiniones que nos llevará a conocer mejor el bello
mundo de la lectura.
En
cuanto al segundo ejemplo que he puesto sobre el baile y el teatro,
puede ayudar a las personas a expresarse mejor y a enfrentarse a las
nuevas situaciones a las que se enfrenta porque, aprende a controlar
sus sentimientos en el teatro, aprendemos a transformar unas
emociones en otras, sacar nuestra ira a través del drama o de la
comedia, sacar nuestro amor en forma de soledad o de vida encima de
un escenario. Por lo tanto, el teatro (y el baile) son capaces de
transformar a las personas, a ayudarnos a cambiar, a mejorar y a
crear una mejor versión de nosotros mismos, más libres, más
seguros y con una mayor confianza.
Además,
se ha podido observar en diferentes estudios como el de Actividades
extraescolares y rendimiento en alumnos de educación secundaria de
Juan Antonio Moriana y colaboradores, que afirman que las prácticas
extraescolares mejoran el rendimiento educativo y a la motivación de
las personas. Así, las personas que realizan actividades
extraescolares como teatro o baile se sienten mucho más motivadas
para enfrentar las prácticas educativas y, las afrontan con una
mayor viveza y muchas ganas que, se pueden observar en las notas que
obtienen los participantes de estas actividades que están por encima
de la media de los que no realizan ningún tipo de actividad.
Asimismo,
gracias al baile y al teatro aprendemos a conectar más y mejor con
la gente ya que son actividades de grupo donde es muy importante la
sincronización de los participantes y que todos crean y respeten el
mismo ritmo. Para ello hay un gran trabajo grupal por lo que, este
tipo de práctica nos ayuda a acercarnos mejor a las demás personas,
conocerlas con una mayor complejidad y aprender de ellas para
mejorar.
Es por
eso que, sobre todo, a los niños más tímidos deberían apuntarles
a teatro o a baile porque en estos tipos de actividades no solo
aprender a interpretar y, por lo tanto, quitarse la vergüenza sino
que, aprender a conectar, a hablar con los demás y, eso les ayuda a
superar la timidez, por ejemplo, en el colegio o en casa.
Las
comunidades de prácticas de deporte y la de actividades
socio-culturales nos permiten llevar a cabo actividades, por ejemplo,
al aire libre con personas que comparten gustos e información con
nosotros, así podemos aprender de ellos y enriquecernos en la
práctica para mejorar no solo en las comunidades sino para mejorar y
crecer como personas.
Las
comunidades de práctica interesados en el arte, como he dicho antes,
el arte en forma de pintura, fotografía, diseño, lectura... que nos
lleva a intercambiar nueva información que no haga crecer a nosotros
pero también a las comunidades ya que habrá un crecimiento en la
diversidad cultura, un mayor número de personas que vean con ojos
críticos el arte en la pintura, fotografía, moda... y que nos
lleven a crear nuevos ámbitos para que estas comunidades sigan
creciendo cada día más debido a que no son comunidades cerradas
donde toda está dicho sino comunidades abiertas que crecen cada día
donde todo está por decir.
En
conclusión, todas las comunidades de prácticas que existen son
igual de buenas aunque sean formales, no formales o informales porque
que sean formales no quiere decir que sean mejores que aquellas que
no se dan en las instituciones, en este caso, educativas.
En
algunas ocasiones se produce un desinterés de los alumnos por los
contenidos que se den en el colegio o en el instituto simplemente
porque se han dado en la escuela pero, si se impartieran fuera de la
institución seguro que serían temas abordados e importantes para
los alumnos.
Los
tres ámbitos, formas, no formal e informal, se complementan entre
sí, interactúan en la adquisición de los conocimiento desde
distintos ámbitos que lleva a cabo las personas. Estos tres ámbitos
se dan la mano porque, en todos ellos, los alumnos son capaces de
adquirir información, de motivarse y de ser capaz de crear su propia
identidad.
Por
ello, mi propuesta sería no apartar tanto y desvalorizar las
prácticas no formales e informales ya que, también son importantes
en la vida de las personas, en la adquisición de los conocimientos y
en el crecimiento de los pequeños alumnos en grande personas.